´´ Hay un pájaro en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quedáte ahí dentro, no voy
a permitir
que nadie
te vea
Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que está ahí adentro´´
Hasta el viejo y ordinario Buko tenía su ¨momento¨ sentimental. Tal vez cursi para él mismo. Capaz al terminar de leerlo nunca sintió tan suyo un poema.
Hoy se menos que mañana, quizás lo mismo que ayer y porqué no lo mismo de siempre. Varias veces al día, probablemente a cada hora, dependiendo de los latidos de esa cosa roja que me avisa que algo quiere salir, yo las recuerdo: a mis propias miserias
Ellas están ahí para recordar mi humanidad, me dejan sin voz, humedecen mis ojos, me clavan al estómago. Todavía no aprendí a convivir con ellas ni sin ellas, pero insisten en ser mis mejoras amigas, que ¨cuando deje salir al pájaro lo voy a entender todo¨
Mientras tanto el pájaro sigue esperando.... (salir). Algunas veces lo oigo cantar y me aliviana el peso que yo elegí cargar.
Cada vez se pone más azul y sigue pintando estos ojos con dos cejas (acá arruiné, gracias)